Este libro narra la vida y las aventuras de uno de los más grandes naturalistas del siglo XX, Théodore Monod. Nacido en 1902, Monod perteneció a una generación de investigadores del Muséum national d'histoire naturelle, cuya vocación fue recorrer el planeta, observar e inventariar sus riquezas, siguiendo el ejemplo de los enciclopedistas del siglo XVIII. Profesor honorario del Muséum national d'histoire naturelle y miembro de la Académie des sciences, este especialista en crustáceos y peces, amante del desierto, fue ante todo un humanista. Defensor de la naturaleza, se movilizó en todos los frentes relacionados con su protección, conservación y valorización. Además, como protestante, filósofo y pacifista, defendió los valores de la conciencia y la responsabilidad del hombre frente a sus semejantes, tomando posición en todas las luchas por el respeto de los derechos humanos.