Actos de contrición, con exhortaciones. Sea alabado el Santíssimo Sacramento, &c. Ten Christiano en la memoria, muerte, iuzio, infierno y gloria, s. i. t., pero siglo XVII.
4º. menor (19 x 13.5 cm.), 6 hs. (sgt. A4-B2). Capital xilográfica y un gran grabado xilográfico de un jarrón con flores de remate en el recto de la última hoja. Encuadernación moderna en cartoné forrado con papel de aguas de peine.
No existen referencias a esta obra en ningún repertorio bibliográfico. Pese a que no lo cita Palau, ni lo recoge el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español, en la Biblioteca Nacional de España se conservan tres ejemplares de esta obra insertos en el MSS/6032 (H.1-5), y en el volumen facticio, VE/521/22, pero se describe con 8 págs. frente a las 6 hs. del nuestro. Aunque carece de indicaciones tipográficas, es evidente que se trata de una impresión del siglo XVII, como se deduce de la capital xilográfica y los tipos empleados.
En relación a su contenido, se trata de un pequeño folleto de carácter penitencial ilustrado con cinco coplas –“De la muerte”; “Del iuizio”; “Del infierno”; “De la passión” y “Desengaños varios”– para ser recitadas como proceso de purga tras haber reconocido las acciones y errores cometidos. La temática y el tipo de coplas permiten relacionarlo con la labor desarrollada por el jesuita, Jerónimo López (1589-1658) en sus misiones populares. Después de estudiar Teología en Valencia y ordenarse sacerdote, López marcha a Calatayud a enseñar gramática latina. Allí inicia su labor apostólica que vería sus frutos durante sus misiones en Tarragona y en la diócesis de Jaca. Su interés por el mundo misionero de las “Indias de acá”, se extenderá posteriormente por la Corona de Aragón, Navarra, las dos Castillas y Murcia, con especial atención al mundo rural. A lo largo de cuarenta años desarrolló más de mil trescientas misiones sirviéndose de la metodología popular de los jesuitas. Una parte importante de las mismas eran los llamados “espectáculos”, una especie de discreta performance religiosa realizada ante una escenografía barroca: un crucifijo, una calavera y la pintura del infierno. Uno de los elementos más novedosos, creación del propio Jerónimo López, fue el llamado “asalto”, acto de contrición nocturno que se desarrollaba por las calles de un pueblo. Es posible pensar que este folleto podría haber sido utilizado durante estos “asaltos”, lo que explicaría su efímera materialidad, causante a su vez de la escasez de ejemplares conservados.