HISTORIA Y ANÁLISIS CURATORIAL
Josep Cabrer Borrell actúa aquí como cronista visual de la Barcelona de mediados del s. XX, inmortalizando el tramo más identitario de la ciudad: las paradas de flores de Las Ramblas. Lejos de la rigidez fotográfica, utiliza un lenguaje post-impresionista vibrante para capturar el bullicio dominical.
La composición es un acierto de perspectiva urbana: el peso visual recae en el colorido del quiosco (rojos, amarillos, esmeraldas) mientras la mirada se fuga hacia el fondo, donde los edificios se difuminan en una calima grisácea que aporta una profundidad kilométrica. Las figuras son resueltas con pinceladas sueltas ("manchas intencionales"), transmitiendo movimiento y atmósfera.
Es una oportunidad de mercado por su iconografía "Bestseller". Las vistas de las Ramblas antiguas son la temática más buscada del arte local. Funciona como documento histórico (vestimenta de época, ausencia de turismo masivo) y como pieza decorativa que "agranda" visualmente la estancia.
FICHA TÉCNICA