Este es uno de los modelos de sellos térmicos ATM (Automatenmarken) editados en España durante 2004 y 2005.
Pertenece a la segunda serie de cuadros pertenecientes a la colección de la Sammer Gallery; en este caso, al grupo de obras del artista colombiano Juan Carlos Ospina Ortiz (Venadillo, Tolima, 1963), pintor de estilo realista radicado en Málaga, España.
La serie de siete sellos de los cuadros de Ospina son: Bodegón de farmacia, Bodegón de otoño, Uvae, Bodegón de sifón, Red Life - 1, Red Life - 2 y Bodegón con calabaza.
Fuertemente influenciado por los pintores españoles Antonio López y Eduardo Naranjo, Juan Carlos Ospina entró a formar parte de los pintores que exponen en la Sammer Gallery, galería de arte situada en pleno corazón de Puerto Banús (Marbella, España), con salas permanentes en Madrid, Londres, Miami y Moscú, que fue fundada por el marchante de arte gibraltareño Sam Benady; en ella comparten espacios artistas de la talla de Goyo Domínguez, Alfredo Roldán, Chico Montilla, Paco Meléndez, Ana Perpinyà, Fabio Hurtado…
El cuadro representado en este sello, «Red Life», es un óleo sobre lienzo de 81x100 cm pintado entre 2000 y 2001.
El sello fue el último modelo fabricado por la empresa privada de seguridad documental Signe, S.A., de los adjudicados en el concurso público de Correos España de diciembre de 2002. A partir de este modelo los rollos de etiquetas serían fabricados por la adjudicataria del nuevo concurso de Correos celebrado en febrero de 2004, la Real Casa de la Moneda-Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
Esta primera emisión del sello «Red Life» (hubo una segunda) es la variante sin texto, con la palabra ESPAÑA en horizontal, arriba y a la izquierda.
El sistema impresión es de cuatricromía o CMYK, Pantone 541 y tinta invisible luminiscente de seguridad con filigrana A.
El sello está troquelado en el centro y fueron expedidos con valores variables por las balanzas franqueadoras fabricadas por la empresa española Epelsa, presentes en todas las oficinas de Correos.
ACERCA DEL FRANQUEO
El origen de los matasellos respondió a la inutilización de la tasa de franqueo. Sin embargo, a lo largo de los años ha adquirido otro valor por su relevante impacto en el coleccionismo filatélico, al representar su impronta una comunicación de los grandes acontecimientos, de los valores y de los logros de nuestra sociedad, que refuerza la imagen y presencia del sello postal.
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