Escritura manuscrita otorgada por el notario el 21 de julio de 1862 a los albaceas de Don Esteban Amorós, Marques de Sotelo, fallecido el 16 de Julio 1839, cumpliendo el testamento por el cual declaró como única heredera a su alma y los albaceas tenían que dedicar las tres cuartas partes de su importe a misas rezadas y la otra cuarta parte distribuir en limosnas a los pobres.
Después de muchos juicios y rencillas al final un primo exiliado en Paris, Don Francisco de Paula Amorós y Ondeano, heredó el título de Marques y las pertenencias.
Parte de la historia de Valencia por la gran relevancia que tuvo éste Marquesado de Sotelo en ella, llegando el III Marques de Sotelo a alcalde de la ciudad de Valencia