Texto en francés. Tapa dura. Lomo en piel. Tomo I y II. Tapas con roces. Cortes tapas con roces. Paris, 1801.
Tomo I, enfermedades de partes duras. La primera hoja del discurso preliminar presenta antigua restauración, tiene rotura sin pérdida (foto). Contiene 2 grabados desplegables. 16 + 444 páginas.
Tomo II, enfermedades de partes duras. 12 + 592 páginas. Contiene 8 grabados desplegables. Marca de polilla en margen interior entre páginas 140-179.
Bichat abordó el estudio del tejido desde un punto de vista puramente sensorial haciendo caer la teoría fibrilarista vigente desde el siglo XVI y dando un sentido nuevo y definitivo al término tejido. Fue capaz de identificar, describir y clasificar 21 tipos diferentes de tejidos, mismos que señaló como estructuras elementales de los diferentes órganos. De acuerdo con el concepto de “anatomía general”, Bichat consideraba los órganos como estructuras formadas por varios tejidos que podían enfermar independientemente (pues ellos serían el asiento del proceso morboso) y no como un todo indivisible. Bichat vio al tejido como una estructura continua y fundamental de todo el organismo y dirigió su atención hacia él y no hacia los órganos aislados como había indicado Giovanni Batista Morgagni.
Gracias a los avances conseguidos a través del método anatomoclínico, la medicina francesa se colocó a la cabeza de la medicina mundial al comenzar el siglo XIX y pudo conservar ese sitio por lo menos durante un siglo.