Editorial: Stella Maris, 2015
398 pag.
Federico García Lorca y José Antonio Primo de Rivera fueron amigos, tan amigos que esa amistad resultó fatal para el primero, asesinado por refugiarse en casa de los Rosales, camisas viejas, y por homosexual. Tres meses después era fusilado el fundador de la Falange en Alicante. Quien hubiera podido salvarlo no hizo nada. A Lorca lo mató la derecha tradicional por ser amigo de José Antonio y a José Antonio, los suyos y los otros por querer ser amigo de Lorca.