MIDE 31,5 X 21,5 CM PAPEL DE EPOCA PEQUEÑAS ROTURAS EN DOBLECES POR SUS AÑOS DIFICIL Y ORIGINAL CARTELITO
LA MEJOR PELICULA NACIONAL DEL AÑO , CONSIDERADA GRANDE PRODUCCION
Prim. (España, 1930) [B/N, 73/97 m.]
En 1843 se produce un levantamiento militar contra la Regencia de Espartero. El coronel Prim, toma Reus, pero se ve obligado a capitular para evitar sufrimientos a la población civil; sin embargo, Narváez y Serrano se imponen en el resto de España, y Prim es nombrado brigadier y obtiene el título de conde de Reus iniciando una rápida carrera política. Tras ser injustamente implicad en el intento de envenenamiento de Naváez, es desterrado, pero tras el ataque a Ceuta, el gobierno declara la guerra a Marruecos y rehabilita a Prim, que logra una decisiva victoria en la batalla de Castillejos. Tras la campaña de Méjico, regresa a España y conspira contra el gobierno moderado, siendo desterrado a Londres. En 1868, junto al general Serrano y el almirante Topete, comanda la Revolución de Septiembre y es nombrado Presidente del Gobierno, viéndose obligado a utilizar medidas de fuerza que le granjean el odio de los republicanos. Finalmente, el 27 de diciembre de 1870, tras lograr que las Cortes nombren a Amadeo de Saboya como nuevo rey de España, sufre un atentado en la calle del Turco, muriendo tres días después.
Biografía de Juan Prim (1814-1870) considerada como la primera película sonora española, aunque se tratase en realidad una película muda sincronizada en Francia con música grabada en disco. Contó con un presupuesto muy considerable para la época, y entre sus méritos se suele destacar la cuidadosa reconstrucción de la batalla de Castillejos (rodada con la ayuda de un asesor militar y la participación de 2.000 extras, en su mayor parte soldados cedidos por el Ejército). La trama comienza en los años 40, durante la Regencia de Espartero y culmina con su muerte en atentado en Madrid. Estrenada en enero de 1931, a punto de proclamarse la Segunda República, debe considerarse como un film de propaganda monárquica, en sintonía con el proyecto del gobierno del general Berenguer de restablecer la monarquía constitucional tras la caída de la Dictadura, donde Busch presenta a los generales monárquicos como grandes patriotas, mientas que los republicanos son retratados como populistas sin escrúpulos. Marcada desde sus inicios por los acontecimientos políticos, la caída de la monarquía determinará su fracaso comercial.