Oleo sobre lienzo de 26,5 x 33 cm con marco (18 x 24 sin marco). Dedicado al dorso por su hija y discípula Lola Gomez Gil a una insigne escritora en agradecimiento por los buenos ratos que pasó su padre leyendo una de sus novelas. La dedicatoria está localizada en Cádiz a 2 de octubre de 1942.