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Dice del autor el periódico la Opición de Málaga lo siguiente:
"[...]A este malagueño, nacido en 1931, el trabajo duro de sus padres le proporcionó educación en el colegio de San Pedro y San Rafael, en la plaza de San Francisco, al que acudía desde el pantano del Agujero, donde entonces vivía la familia. "A veces me ahorraba el transporte y me venía andando para poder comprarme libros y tebeos, la cultura que teníamos en esa época", relata.
La temprana vocación artística le llevó a las clases nocturnas en la Escuela de Bellas Artes con 14 años. Allí coincide con futuros pintores como Virgilio o Alberca, a quienes conocerá más tarde. De esos años recuerda a su profesor Sánchez Vázquez, que le decía: "Paco tú llegarás porque encajas bien el dibujo". Pero la enseñanza academicista no le convence y abandona Bellas Artes a los pocos cursos. "Yo no terminé porque estaba harto de pintar hojitas, tenía muchas ideas de renovación", confiesa.
Y el joven Francisco Moreno empieza su propio camino, primero por la ruta del impresionismo y luego por la del expresionismo. Por entonces, comienza a participar en las exposiciones que organizaba Educación y Descanso. "En verano se celebraban en el Parque y en invierno en la Económica", recuerda. En una ocasión pudo exponer un cuadro con un trío de mujeres desnutridas y el ´provocador´ título para la época de ´Hambre al sol´. "Mis compañeros me decían, ¿cómo te han podido dejar poner eso?", señala. La censura no se percató.
La gran oportunidad llamó a su puerta justo en una exposición de Educación y Descanso, que en lugar de reunir a los pintores de Málaga, tuvo alcance nacional y se celebró en Málaga. Participaron 200 artistas de toda España con más de 400 obras, entre ellos integrantes del ´Grupo Crónica´ de Valencia. Y Paco Moreno ganó la ´medalla de oro´: "Me quedé muy sorprendido, llegó un taxi a mi puerta, en el paseo de los Tilos, y apareció Julián Sesmero, de Radio Juventud, para hacerme una entrevista, la primera vez que alguien se ocupó de algo mío".
El premio se lo llevó por ´Casas´, una pintura sobre viviendas derruidas del Perchel que los organizadores del premio no pudieron comprar porque había sido vendida ya a un americano por 2.000 pesetas. "Mi cuadro era muy moderno, a base de planos expresionistas", recuerda. Ese expresionismo, la base de su pintura, fue lo que dio a conocer. Seis meses más tarde monta en Córdoba su primera exposición y allí conoce a un alumno de la Escuela de Bellas Artes: Virgilio. El éxito de su primera muestra no deja lugar a dudas: "Vendí la exposición entera, claro que a bajos precios, a 500 pesetas no llegaba ninguno. Para mí fue un impacto, cogí el dinero y se lo llevé a mi madre, pero ella me dijo: el dinero que tú ganes es para ti, así que lo metes en el banco". En total, el artista malagueño calcula que, desde esa primera muestra, ha realizado unas cien exposiciones [...]"