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RARÍSIMA CAFETERA Y LECHERA DE PORCELANA LA MAGDALENA-CELTIA. HECHA EN BUENOS AIRES POR ISAAC DIAZ PARDO Y LUIS SEOANE.
ESTAS PIEZAS SON MUY RARAS Y SE REALZIARON EN LOS AÑOS 60.
A LA CAFETERA LE FALTA LA TAPA Y LA LECHERA TIENE EL ASA PEGADA.
PINTADA A MANO.
Magdalena fue una estación extraña en nuestra vida; no sé que se nos perdía allí, en el fin del mundo, a más de 100 km de Buenos Aires.»2008
En la fábrica de Magdalena (Argentina), 1958-59
Uno de los emprendimientos menos conocidos de Díaz Pardo tuvo lugar en Magdalena, un antiguo poblado que necesitó de la reducción de indios Tubichamini en el margen derecho del Río de la Plata a 108 quilómetros de Buenos Aires. Allí crea una fábrica de Cerámica, CELTIA S.A., en colaboración con Núñez Búa, exiliados gallegos y argentinos, que presidia José Villamarin Prieto, presidente del Centro Gallego de Buenos Aires. Se llamó Porcelanas de Magdalena. Isaac puso el nombre de Cerámicas del Castro a lo recaudado en las exposiciones que hizo en Buenos Aires con el 20 % del capital.
En el año 1958, Díaz Pardo crea una fábrica de cerámica llamada Porcelanas de Magdalena, a 108 kilómetros de Buenos Aires.
Isaac con la fábrica de Magdalena al fondo (ca. 1958)
Núñez Búa regresa por primera vez a Galicia en el año 1953 y visita O Castro. En palabras de Díaz Pardo: «Fue quien trajo la idea de hacer algo semejante a lo que se estaba haciendo en O Castro.» En un primer momento Isaac regentará la idea. Pero estas cuatro situaciones cambiaron su decisión:
O Castro se queda sin los caolines de Sargadelos pues se venden a los alemanes. Isaac reune a los ceramistas en el sindicato en Madrid y resuelve el tema.
La prohibición por la censura de su exposición en la Asociación de Artistas de Ferrol en 1955.
La falta de las libertades esenciales en nuestro país.
El deseo de ponerse en contacto con los exiliados, después de un primer contacto con motivo de la exposición en la Galeria da Vinci de Londres (1946) donde tuvo la oportunidad de conocer el Instituto Español, creado por exiliados. Allí establece contacto con Esteban Salazar Chapela, Luis Cernuda, Martínez Torner y «por el gallego Raimúndez que trabajaba en la BBC pude tener un conocimiento mayor de lo que estaban haciendo los exiliados gallegos en América.»
La falta de las libertades esenciales en nuestro país, el problema con los caolines de Sargadelos y el deseo de ponerse en contacto con los exiliados serán claves para emprender esta aventura en América.
Isaac en la inauguración de su muestra en el Centro Gallego de Buenos Aires, 1955
El conjunto de estas situaciones hicieron que retomara la idea de Núñez Búa y en 1955 decide partir para Buenos Aires, animado por la invitación que recibe del Centro Gallego de Buenos Aires de hacer una exposición en la que dar a conocer su pintura y su producción cerámica de O Castro. Influye un artículo de Martínez Risco sobre O Castro que Seoane publica en agosto en Galicia Emigrante. Días antes presentado por Núñez Búa da una conferencia en el Centro Coruñés sobre Sargadelos.
Díaz Pardo decide partir para Buenos Aires en 1955, animado por la invitación que recibe del Centro Gallego de Buenos Aires de hacer una exposición de su pintura y la cerámica de O Castro.
Páginas interiores del catálogo de su muestra en el Centro Gallego de Buenos Aires, 1955
Allí tiene lugar el encuentro con la Galicia del exilio. Con Luis Seoane es un reencuentro, pues ambos se habían conocido en los años treinta en el estudio del padre de Isaac: «había venido al taller de mi padre a pintar unas figuras de tres o cuatro metros de alto. Debían de estar destinadas a un baile o a alguna fiesta a celebrar en el salón de Actos del Círculo Mercantil (...) por esos años le hizo una caricatura a mi padre.»